¡Un gran maestro de yoga puede tener un impacto enorme!
Pueden elevarnos e inspirarnos, nos pueden ayudar a relajarnos y rejuvenecernos, incluso pueden ayudarnos a derribar las barreras mentales que no sabíamos que cargábamos.
No existe una fórmula mágica para transformarse de estudiante de yoga a maestro de yoga, pero definitivamente hay algunas cualidades que todos los grandes maestros poseen o que debemos perfeccionar.
Si tienes la intención de enseñar yoga a otras personas, lee los siguientes consejos:
1. Prestan atención a su práctica personal
Un gran maestro hace que su práctica sea constante para que su entrega venga de un lugar de experiencia personal, no de teoría. La práctica se desarrolla en el corazón de un practicante perseverante de forma experiencial y llena el cuerpo de energía. Esta energía palpable es bien recibida por el estudiante de yoga, porque el maestro practicante es una fuente de gran inspiración.
2. Tienen habilidad con su voz y sus palabras
La voz de un maestro de yoga es quizás su herramienta más poderosa. Ser capaz de dirigir con seguridad a un grupo de personas dentro y fuera de las posturas utilizando sólo las palabras puede ser un reto, pero hacerlo de una manera suave y clara que mantenga el flujo de la clase es la marca de un gran maestro.
Por ejemplo, la voz debe proyectarse en una sala grande cuando enseñamos con música. Tiene que ser lenta, profunda y precisa cuando se guía una sesión de yoga y de meditación. Un tono de voz monótono durante la duración de una clase probablemente impactará a los estudiantes de manera incorrecta. Así que practica ajustando el tono y el rango de tu voz para comunicarte como el momento requiere. ¡La conciencia de lo que se exige en el momento es clave! Algunas veces requieren una energía más dura y otras requieren una energía suave.
3. Atienden todos los niveles
Muchas clases de yoga son para todos los niveles, lo que significa que habrá un rango de habilidades, desde principiantes hasta avanzados. El yoga puede ser intimidante para los principiantes y es una verdadera habilidad para un instructoe el hacer que se sientan apoyados e incluidos sin comprometer al resto de los estudiantes más avanzados.
4. Conocimiento del cuerpo humano
Todos los maestros de yoga deben tener un conocimiento básico de la anatomía y fisiología humana. La conciencia del esqueleto humano, los músculos, los diferentes sistemas (respiratorio, circulatorio y nervioso) y su capacidad para adaptarse a diferentes entrenamientos específicos transforman a un maestro común en un científico del yoga. La inclinación hacia la ciencia crea confianza entre el alumno y el profesor. El estudiante estará más atento y trabajará más duro con un maestro bien formado.
5. Pasión por ayudar a los demás
Trabajarás con cuerpos sudados y en ocasiones, con exceso de trabajo, guiando a los estudiantes que quizás están pasando por una crisis o una enfermedad. Tienes que estar constantemente formándote y tratar de mantenerte centrado en los altibajos de tu propia vida. Si no tienes una pasión por hacer un buen trabajo, ni siquiera te plantees convertirte en maestro de yoga.
La pasión por ayudar a los demás te guiará a través de las partes menos atractivas del trabajo. ¿Amas a la gente? Si eres alguien que quiere marcar una diferencia en la vida de los demás, estás en el camino correcto.
6. Conectan con toda la clase
Un gran maestro puede dar una clase a 50 personas con la misma eficiencia que una clase de 5, ya que tienen la capacidad de hacer que todos se sientan conectados con él de alguna manera (incluso la persona que está en la esquina de atrás tratando de no llamar la atención).
7. Dejan su ego en la puerta
Entienden que el propósito de la clase no se trata de su propia práctica. Es para dirigir y apoyar a sus estudiantes a través de una experiencia de yoga y con esto en mente enseñan y demuestran posturas que son adecuadas para el nivel de la clase. Los profesores sin ego están dispuestos a compartir su sabiduría y el conocimiento de manera abierta y pueden reírse totalmente de sí mismos cuando cometen un error.
8. Se preparan
Esto podría ser un punto discutible, ya que a algunas personas les gusta crear un plan de clase específica, mientras que otras apoyan un estilo más espontáneo e intuitivo de la enseñanza. De cualquier manera, un gran maestro habrá dado tiempo y pensamiento a la forma en que va a ofrecer a una clase y por lo general se traduce en una mejor experiencia para sus alumnos. La preparación también tiene en cuenta llegar temprano a clase, la creación de un ambiente, la preocupación por los alumnos, el respeto, el cariño, etc.
9. Comparten sus conocimientos
Nadie quiere escuchar una conferencia al comenzar una clase sobre la historia del yoga y los grandes maestros, pero es reconfortante cuando un profesor conoce perfectamente su materia. Ya sea que expliquen los beneficios de las posturas con confianza y ofrezcan variaciones para personas con lesiones o limitaciones, mediante la demostración de su conocimiento adquieren credibilidad.
10. Comparten su luz
Tal vez el punto más importante de todos, un maestro de yoga increíble es un faro de luz y compartirá esa luz con todo el que le rodea, haciendo que su clase sea un lugar muy especial para estar.
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