Errores comunes al meditar

Los beneficios de la meditación para la mente, cuerpo y espíritu son innumerables. En ocasiones nos preocupamos demasiado cuando esta práctica no progresa o funciona como queremos. Quizás meditas unos días sí y otros no, o incluso todos los días, pero no sientes que tu meditación está evolucionando tan bien como esperabas. Tal vez incluso sientas que tu práctica de meditación no funciona y estás buscando formas de salir de este entrenamiento mental.

Hay varios errores frecuentes durante la meditación que impiden que las personas profundicen en su práctica y obtengan mayor beneficio. No pasa nada, estos patrones se repiten en muchas personas antes de lograr una práctica sólida.  

Compartimos los errores más comunes y algunos consejos para que los incorpores en tu rutina:

1. No eres consistente- Uno de los errores más comunes. La meditación debe practicarse todos los días para que notes el cambio drástico en tu vida, tanto mental como emocional.

La consistencia debe ser el enfoque principal durante el comienzo o desarrollo de esta práctica. La manera más fácil de lograrlo es a primera hora de la mañana antes del desayuno o de cualquier actividad. Comienza aunque sea con 2-5 minutos al día en lo que vas creando un hábito. La duración no es lo importante al principio, sino lograr tener la determinación de hacerlo sin saltar un día no importa qué.

2. Expectativas altas a corto plazo-  Todos queremos lograr obtener los beneficios de la meditación, pero una vez hayas creado el hábito deja ir todas las expectativas y sólo haz la práctica como cualquier otra rutina de aseo personal. Para lograr esto, intenta disfrutar la práctica. Muchos de los beneficios más profundos de la meditación se obtienen después de meses o años de práctica diaria. Por lo tanto, es imprescindible que tus expectativas sean moderadas para que puedas mantenerlas a largo plazo.

3. Falta de preparación- Hay personas que necesitan estímulos para lograr algo. Preparar un espacio, ambientarlo, estirarnos, tomar varias respiraciones profundas y tener una intención en mente puede ayudar a profundizar y conectarte con el momento presente.

4. Cambio de técnica con frecuencia- Al principio está bien probar diferentes técnicas o meditaciones guiadas cada día. Sin embargo, es importante al final encontrar una técnica con la que te sientas a gusto y seguir con esa.

5. Dudas de ti mismo- Tendemos a analizar en exceso si estamos realizando bien la práctica y cómo seguir mejorándola. El sobreanalizar mantiene nuestra mente ocupada por lo que no nos permite estar en conexión absoluta con el proceso. Lo importante es notar estas distracciones e ir disminuyéndolas poco a poco redirigiendo la atención y concentración a la intención.

6. No le pones suficiente atención e intención- No medites para tacharlo de tu lista como si fuera una tarea. Al sentarte, hazlo en acto de reverencia, como si estuvieras a punto de comenzar la actividad más importante y sagrada de tu día.

 7. Te penalizas por distraerte- No es necesario juzgarte por las veces que te distraes durante la meditación. Es totalmente normal y parte del proceso. A la mayoría de las personas les toma meses, quizás años, llegar a un punto en el que experimenten una sesión de meditación sin ninguna distracción.

Así que no seas duro contigo mismo, déjalo ir. La autocrítica simplemente te aleja un paso más de la meditación. En lugar de eso, alégrate de haber notado que te distrajiste y simplemente vuelve a traer tu atención.

8. Ocupas la mente demasiado- Hacerse consciente de los patrones de pensamientos durante el día es parte del proceso para alinear nuestra mente. Así que intenta desarrollar el hábito de observar tu mente y ver lo que sucede dentro de ti. Identificar estos patrones te ayudará mucho en la práctica y logrará que el proceso sea más fácil. 

9. Consumes demasiados medios- Una mente cansada y sobre estimulada con tanta información puede provocar que se asomen emociones y pensamientos que distraen a la hora de sentarnos en calma. La mayoría de los medios a los que estamos expuestos están diseñados para ponernos en un estado de deseo, inquietud, ira o miedo. Por eso es importante limitar el tipo y cantidad de información/medios que consumes al día.

Estos cambios de hábitos no solo influirán positivamente en tu meditación, sino que también lo harán menos estresante y más productivo. Estarás más presente en el ahora, a medida que lo vas poniendo en práctica.

Aún cuando algunos de estos obstáculos estén presentes en tu práctica, obtendrás beneficios al sentarte a diario. Pero si realmente quieres profundizar y obtener todas las ganancias posibles, aplica estas sugerencias y cuéntanos cómo te va.

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